Tratamientos faciales
También conocido como: Higiene Facial, Limpieza Facial, Reafirmante Facial.
Desde la exposición solar hasta la contaminación, su rostro está expuesto todos los días a elementos que pueden dañar su piel a largo plazo. Así pues, los tratamientos faciales son la mejor respuesta para restaurar la elasticidad, combatir el acné, las impurezas o incluso la rosácea, manteniendo su piel limpia, luminosa y saludable durante mucho tiempo.
Un tratamiento facial es la manera más popular de mejorar la piel sin recurrir a la cirugía y está diseñado para hacerle sentir y parecer más radiante, joven y revitalizada. Su piel está expuesta diariamente a los elementos y a la contaminación y, en menor medida, al sol. Con el modo de vida actual resulta difícil darle a la piel toda la atención que necesita. Los faciales incluyen una serie de tratamientos de belleza diseñados para devolverle al rostro su aspecto terso y saludable equilibrando la piel y dejándola suave y fresca para una sensación de mimo y relajación. Los faciales que se ofrecen en los spas o en los salones de belleza son mucho más que el limpiador, el tónico y el hidratante básico de siempre. Los tratamientos varían según el tipo de piel y el objetivo que desea lograr. Por ejemplo, algunos de los más típicos son el vapor, para abrir los poros y favorecer su extracción, el exfoliante o peeling para retirar las células muertas de la piel, los masajes para relajar, drenar toxinas y estimular la circulación y las mascarillas, para reafirmar, rehidratar e iluminar el cutis. Si lo que desea por encima de todo es conseguir una gran luminosidad, su facial debe emplear alta tecnología y prácticos tratamientos para revitalizar su piel.
¿QUÉ ESPERAR?
El cuidado de la piel es un arte y a la vez una ciencia. La gama de marcas y productos puede ser abrumadora y aparte están los tratamientos. Una buena esteticista le orientará acerca de las diferentes opciones preguntándole sobre su tipo de piel, las zonas más problemáticas y su estilo de vida antes de hacerle una recomendación. Necesitará unos 30 minutos para un mini tratamiento facial y hasta dos horas para un tratamiento completo. Algunos resultados se harán visibles inmediatamente y otros no podrá observarlos hasta un par de sesiones después. Un tratamiento facial habitual puede ser una de sus herramientas para un cutis impecable, puede tomar cita siempre que lo desee para una ocasión especial o si se siente cansada o baja de energía, o si observa que ya va necesitando un tratamiento. Aunque le ofrezcan algo realmente a medida, el tratamiento más apropiado dentro de una gama o una técnica específica, este siempre dependerá de la persona a la que se dirija.
BUENO A SABER
Con una gran variedad de tratamientos faciales donde escoger y un coste aproximado de un poco más de un euro por minuto, merece la pena informarse antes de reservar. Si conoce su tipo de piel y sabe lo que le gustaría conseguir, lo tendrá más fácil a la hora de escoger un tratamiento. También le resultará útil consultar a una esteticista, ya que esta le podrá aconsejar acerca de su piel y de los productos y técnicas que más beneficios le pueden aportar. Su tipo de piel dependerá de su contenido en agua y grasa y este cambia con la edad y las estaciones. La condición, en cambio, está supeditada a la alimentación, el nivel de estrés, el tabaco y la cantidad de agua que beba diariamente. Le resultará muy útil conocer su tipo de piel y no sólo a la hora de elegir un tratamiento facial. Un tratamiento de belleza inapropiado o un abuso de productos pueden afectar a su piel privándola de los nutrientes esenciales e incluso de sus defensas naturales. La piel puede verse afectada desarrollando manchas y granitos, llenándose de finas arrugas y adquiriendo una apariencia seca y apagada que la haga parecer más vieja de lo que es.
La luz, al reflejarse de manera homogénea en una superficie lisa con pocas imperfecciones y poros apenas visibles, hace que la piel se vea radiante. Cuando los productos no le causan ninguna irritación su textura no se ve ni seca ni grasa. ¡Si tan solo la mayoría de nosotros tuviésemos una piel "normal" la mayor parte del tiempo, las esteticistas no tendrían trabajo y las compañías cosméticas quebrarían! Los tratamientos faciales pueden adaptarse a pieles sensibles o maduras, grasas, secas e incluso mixtas pudiendo emplearse también para tratar casos específicos como el acné, las bolsas y la flacidez. Ingredientes mágicos como el AHA (alfa-hidroxiácido), la Vitamina C, y el Oxígeno y técnicas como la fototerapia con LEDs rojos, la Microdermoabrasión y las corrientes Galvánicas son solo unas cuantas de las muchas que se pueden emplear.